Juan y María son una pareja, están en la cocina y María se acerca a la mesa pero por el camino ve el calendario:
MARÍA: Juan, mañana es nuestro aniversario de bodas, ¿qué vamos a hacer?
JUAN: Pues de momento pensar con quién dejar a Isabel, porqué como comprenderás no nos la vamos a llevar…
MARÍA: A, pues es verdad; ya lo pensaré en otro momento. Ahora nos vamos a comprar qué no hay nada en la nevera.
JUAN: Vale, pero no te olvides de contárselo a Isabel.
MARÍA: ¡Isabel, ven! (la niña está en el salón)
ISABEL: Qué quieres
MARÍA: Mañana va a venir alguien a cuidarte, porqué papá y mamá se van de comida.
ISABEL: Jolines, yo también quiero ir.
JUAN: ¡Haz caso a tu madre! (desde el piso de arriba)
ISABEL: Bueno, sí sólo es una noche…
En el supermercado, van a comprar todo. Cuando llegan a la cola de la caja, hay un hombre delante suyo, éste no puede evitar escuchar la conversación:
MARÍA: Ala, pues ahora nos vamos a casa y a mirar en las páginas amarillas a ver si alguien se quiere quedar con esta ´´fiera´´.
DAVID (hombre que está delante suyo): Perdonen, no he podido evitar escuchar la conversación, así que buscan a un canguro para que cuide de su pequeña. Casi se me olvida, me llamo David.
JUAN: Así es ¿usted conoce a alguien?
DAVID: Qué va, aquí está delante de ustedes.
MARÍA: ¿Usted?, ay muchas gracias, no sé como agradecérselo
JUAN: Cariño, pues pagándole lo que se merece…
MARÍA: -Ja ja ja, es verdad. Por cierto Juan ¿Qué me has comprado para mi aniversario?
JUAN: Ehh… Pues… Esto… Cómo se llama…
MARÍA: Vamos qué se te ha olvidado, pues a mí también ¡Las cosas como son!
DAVID: ¡No hay problema!, yo me quedo con la niña, y ya la vendrán a recoger cuando les apetezca. Y aprovechen para comprar los regalos.
JUAN: Pues venga ¡a comprar los regalos!
MARÍA: Menos hablar y más pagar, ¡qué nos toca pagar la compra!
En el supermercado de al lado de casa:
JUAN: (Hablando solo) A ver como huele esta colonia… ¡joder, qué mal! A ver esta otra… ¿veinte con ochenta, ¡qué caro! Bueno, a ver esta, quince con treinta, y encima huele bien… ¡me la quedo!
En una tienda de móviles:
DEPENDIENTA: Pues mire, este es el Iphone 4. La no va más
MARÍA: Qué ya se lo qué es el Iphone, ¿qué precio tiene?
DEPENDIENTA: Señora lo pone ahí mismo
MARÍA: Bueno, es algo caro, pero mi marido tiene un móvil qué le regaló su madre cuando cumplió los 25. Así que ¡me lo quedo!
DEPENDIENTA: ¿Para regalo?
MARÍA: Sí
Ya ha anochecido, en casa de María y Juan está David con Isabel. David está en la cocina, coge un frasco de somnífero y lo echa en la sopa. Luego le lleva la sopa a Isabel:
DAVID: Mira, Isabel comete todo porque si no vendrá el lobo y te comerá
ISABEL: No creo que venga, porque el olor le ahuyentará
DAVID: Venga cómetelo
Isabel se empieza a comer la sopa, de repente bosteza, y le entra mucho sueño:
ISABEL: Ya no quiero más, quiero ir a la cama
DAVID: Anda comételo
ISABEL: ¡No!
DAVID: Venga, vete a la cama a dormir…
Isabel se va a la cama a dormir, se duerme enseguida y David se va a ver la tele.
Mientras tanto, en una pizzería, están cenando María y Juan:
MARÍA: Bueno, ya estamos celebrando el aniversario de bodas, y un día antes de lo previsto
JUAN: Anda cariño, déjame que algo me ha sentado mal
MARÍA: Pues a mí con prisas no ¡¿Ehh?!
JUAN: Ala, pues nos vamos a casa y ya lo celebraremos mañana
MARÍA: Si es que desde luego, con los hombres no se puede ir a ningún sitio, sois como niños.
JUAN: Qué si, qué si ¿me llevas a casa de una vez o me tengo que ir sólo?
Cuando María y Juan llegan van a decirle a David que venga mañana, pero para su sorpresa no está:
MARÍA: ¡¿Dónde está este hombre?!
JUAN: (con voz de pedo de los gordos) Aquí, ¿no lo ves?
MARÍA: Tú no, digo David
JUAN: ¡Ahh! Ese. Pues no sé, una cosa ¿y el baño?
MARÍA: Arriba
Juan sube las escaleras, y entra por equivocación en la cama de Isabel, pero no está, pero en su lugar encuentra una carta en la que dice:
No hay comentarios:
Publicar un comentario