La Playa · Temporada 2 · Capítulo 11


Todos los vecinos de la playa rodeaban la bomba en la cual ponía: ‘‘1 día 1 hora y 21 minutos’’…

TATIANA: Yo esto lo he visto en las películas… Y viene un tío bueno bien sudado con unas tenazas y tiene un cable de color amarillo, otro azul, otro rojo, otro verde, otro negro, otro naranja…
ALMUDENA: (Mirando a Gonzalo) Cariño, la tendrás que cortar tú…
GONZALO: Ehhh… ¿Yo?
VERÓNICA: (Competitiva) Uy, no sé yo sí Gonzalo tendrá lo que hay que tener, pero mi José segurísimo que la corta y nos deja a todos a salvo, ya veréis… Aunque hace unos días que no lo veo… ¡¿Dónde se habrá metido?!
TATIANA: Seguro que se ha fugado… Yo no querría vivir con una loca que tiene los pelos a lo afro…
VERÓNICA: Y dale con los pelos… ¡¡Qué es el peinado de moda!!
TATIANA: ¡¡Pero si ese peinado lo llevaba yo de joven!!
ALFONSO: Uy, pues entonces sí que hace tiempo…
TATIANA: ¡¡Alfonso, cállate!!

Elena e Inés comían silenciosamente, el ruido de las cucharas rompía el silencio hasta que…

ELENA: ¿Adoptamos un bebé?
INÉS: Y dale perico al torno…
ELENA: Joder, ¿pero por qué no quieres? ¿Por qué? ¿POR QUÉ? ¡¿POR QUÉ?!
INÉS: Porque no la podremos alimentar… Fíjate, nosotras comiendo una triste ensalada… ¿Qué iba a comer el niño o la niña? ¿El agua de limpiar la lechuga?
ELENA: Sí hace falta… Me pongo a trabajar.
INÉS: ¿Tú? Bueno, hacemos un trato. Sí antes de quince días encuentras tr…
ELENA: (La corta) Ya lo tengo.
INÉS: ¿Ya tienes trabajo? ¿De qué?
ELENA: La afro me ha contratado en su peluquería.
INÉS: Y… ¿Cuánto te paga?
ELENA: 800 Euros.
INÉS: No está mal… ¿Cuándo empiezas?
ELENA: Pasado mañana, lunes.
INÉS: Sí las peluqueras no trabajan en lunes…
ELENA: Pues pasadopasado mañana, martes.

En el baño de la casa de Jose, Verónica y Luna se encontraban todos…

TATIANA: Mucho blablablá pero… ¿Quién coño va a cortar la bomba?

Pasan unos segundos…

TATIANA: ¿Nadie? Pues entonces… (Se saca unas tijeras del bolsillo) …¡pues entonces lo haré yo!
TODOS: ¡¡No!!
TATIANA: Joder, pues que alguien tenga los huevos u ovarios necesarios para poder cortar el dichoso cable… ¡Sí no lo hago yo a pito ‘‘pito gorgorito’’!
GONZALO: Venga va, lo cortaré yo.
VERÓNICA: Oye, y a vosotros no os intrigan estas preguntas: ¿Quién ha colocado esta bomba? ¿Dónde está Jose? ¿Por qué han colocado esta bomba?... No sé, preguntas frecuentes…
TATIANA: Pregunta A, no sé quien ha colocado esta bomba. Pregunta B, Jose se habrá ido a follarse a alguna. Pregunta C, ¿hay comodín del público?
VERÓNICA: ¡¡Mi Jose no se ha ido con ninguna furcia!!
TATIANA: ¿Y dónde crees que está entonces?

José estaba en un coche maniatado… Un hombre al que no se le veía la cara conducía el coche.

JOSÉ: ¿Dónde me llevas?
HOMBRE: Ya lo verás, no todo hay que saberlo al principio. ¿No?

Elena e Inés estaban en una oficina de viajes comprando un ticket para viajar a Madrid.

ELENA: Lo antes posible, por favor.
MUJER: Pues… Esta tarde a las seis y cuarto en la estación de autobuses. ¿Sabéis donde está?
INÉS: No.
MUJER: Pues a ver, al salir de aquí te encaras hacia la derecha, al segundo cruce giras a la derecha, en el siguiente a la izquierda, otra vez a la izquierda, bajas las escaleras mecánicas, andas durante dos minutos, giras a la derecha, vuelves a girar a la derecha y ya estás.
ELENA: (Con un bolígrafo y una libreta) Me he quedado en primer ‘‘derecha’’.
MUJER: Mire, aquí tiene el plano, viene mejor explicado…

Todos los vecinos estaban reunidos en un salón viendo una película policiaca. Tatiana los interrumpió.

TATIANA: ¿Cómo podéis estar tan tranquilos con solo un día de tiempo?
GONZALO: Bueno, de las dos películas que llevamos las dos han cortado el cable rojo.
ALMUDENA: Sí, pues en esta cortan el azul. Hala, siguiente película.
GONZALO: Venga ahora los documentales de laSexta, ya le he encontrado sentido grabarlos los domingos a las 10 de la mañana…

3 HORAS DESPUÉS…

TATIANA: Hala, ¿ya os ha quedado claro o necesitamos más vídeos.
GONZALO: Hala vamos…
TATIANA: ¿Quién cortará el cable? ¿Puedo ser yo?
ALMUDENA: Intentamos parar la bomba, no que explote ya…

En la estación del autobús…

ELENA: Joder, ya se retrasa… Cuando monte le voy a cantar las cuarenta al conductor…
INÉS: Elena, tranquilízate.
ELENA: Si es conductora, le diré que se ponga el reloj bien. Pero como sea un hombre… Le arrancaré los huevos, les pondré alambres y se los pondré de pendientes.
INÉS: Uy que maldad… ¿Tú hiciste a Frankenstein?
ELENA: ¿Quién es ese? ¿Un político?
INÉS: Nada da igual… 
ELENA: Mira por ahí viene y es… Chica, bueno mejor, más seguros.

Verónica estaba en una comisaría de policía, denunciando la desaparición de su marido.

POLICÍA: Hola buenas tardes, expíqueme brevemente el motivo por el que usted viene a esta comisaría.
VERÓNICA: Pues venía porque esta mañana me he despertado, me he hecho mi taza de café con tres cuartos de leche semidesnatada, que, por cierto, está muy barata, con poco azúcar y unas galletillas de chocolate que, bueno por pasarse un poco no pasa nada. He ido al salón, que lo pinté hace unas semanas y…
POLICÍA: A ver, ¿usted que parte de BREVEMENTE no ha entendido? Soy policía, no psicólogo…
VERÓNICA: Vale, pues bueno. Dos cosas: han puesto una bomba en mi urbanización y dos, ha desaparecido mi marido José.
POLICÍA: Sí y yo he visto a un hombre alto, moreno y delgado que se llama Mohamed.
VERÓNICA: ¡Anda, yo también! Era marroquí.
POLICÍA: Que necesito concretar, ¿no entiende las frases con segundas intenciones?
VERÓNICA: Ah, uy que tonta. El marroquí este, tenía unos 35 años, vestido con pantalón de chándal y un jersey, muy mal conjuntado, por cierto…
POLICÍA: ¡¡DE SU MARIDO!!
VERÓNICA: ¡¡Ahh!! ¡¡Ahh!! ¡¡Ahh!! Vale, mi marido se llama José García.
POLICÍA: Como otros tantos de españoles… ¿Sería tan amable de darme su segundo apellido?
VERÓNICA: Verónica Ríos del Bosque.
POLICÍA: (Se refería a su marido) Bueno, la cosa será difícil, pero se intentará. Deme su número de teléfono.
VERÓNICA: 600444555
POLICÍA: Muchas gracias, contactaré con usted sí hay novedades. Pero le advierto que la cosa está difícil…

Toda la urbanización de la playa estaba alrededor de la bomba, Gonzalo iba con unas tenazas dispuesto a cortar el cable azul…

GONZALO: A la de diez, a la de nueve.
TATIANA: ¡¡Cagao se empieza desde tres!!
ALMUDENA: Usted cállese, ya me gustaría verle cortar el cable.
TATIANA: ¡Joder, si no me dejáis!

Gonzalo, cansado de que a sus espaldas hablaran tanto, cogió las tenazas muy dispuesto comenzó a colocar las tenazas sobre el cable azul y Tatiana le movió y este movimiento hizo que cortara el cable rojo… Sonó un fuerte ‘‘boom’’ y todos los vecinos cayeron al suelo…

10 MINUTOS DESPUÉS…

Un coche de policía se detuvo al lado de La Playa, dos agentes bajaron del coche con pistolas y entraron a un chalet al azar, no había nadie, luego entraron al de Alfonso y Tatiana y tampoco, fueron al de Verónica y José y entraron a la sala.

AGENTE 1: Perdón por el fuerte ruido, no se me da muy bien aparcar…
TATIANA: ¡¡Perdón se lo pides a tu madre!! ¡¡¿Tu sabes lo que es tener 70 años y oír ese ruido?!!
AGENTE 2: Queda detenida por comentario vulgar al agente.
AGENTE 1: Qué no, que por eso solo multábamos a los de Desengaño… Aquí solo llevamos esta vez.
AGENTE 2: Uy no sé… Me da que les haremos alguna visita más…
GONZALO: Bueno, basta de cotorreo. ¿Qué hacéis vosotros aquí?
AGENTE 1: Hay una banda terrorista que intentaba atentar contra esta urbanización…
TODOS: ¡¿QUÉ?!
AGENTE 1: Qué no… Que solo es porque hay unos narcotraficantes que desembarcan en esta playa, porque hay menos vigilancia y demás… Nosotros les recomendamos que abandonen las viviendas y se vayan lejos, lo más lejos que puedan, ya les echaremos de aquí y, cuando les echemos les llamaremos.
TATIANA: ¿Esto es guasa no?
AGENTE 1: Me temo que no, yo les recomiendo cualquier apartamento de los Pirineos…
TATIANA: ¿A la montaña?
AGENTE 1: Así es, es lo mejor, suponemos que como máximo en 1 mes podrán volver.

El autobús en el que viajaban Elena e Inés se detuvo.

ELENA: Jooder… ¿Y ahora que pasa?
CONDUCTORA: (Altavoz) Señores, les comunicamos que nos hemos quedado sin combustible…

La gente comenzó a balbucear…

CONDUCTORA: (Altavoz) No se preocupen, bajen del autobús y en unos minutos llegará otro que les llevará el trayecto que queda.

ELENA: Hubiera preferido conductor…

Tatiana, Alfonso, Gonzalo y Almudena salían de sus viviendas con maletas y sin dejar nada en sus casas. Deberían abandonarla durante unos días e incluso semanas… Ninguno lo podría creer, llevaban viviendo más de un año, con peleas, pero se querían…

TATIANA: ¿Y qué dirán los demás cuando lleguen?
ALMUDENA: Eso ya es cosa suya…



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