Ya saben quién es el secuestrador (y no les extraña). Pero les falta algo:
TERESA: Bueno, estoy de acuerdo contigo con qué el secuestrador es David; pero ¿por qué hace eso? ¿Con qué fin? No sé, algo ganará.
TODOS: Ah, pues es verdad, ¿por qué hace eso?
JESÚS: Teresa, ¿tú no recuerdas a estos amigos qué le secuestraron al niño hace un año?
TERESA: ¡Ah! Sí, Ana y Mario.
MARÍA: ¿Y ellos nos podrían ayudar a encontrar a nuestras hijas?
JESÚS: Lo que se dice encontrar, encontrar nos costará bastante pero nos podrán dar pistas, dónde viven, porqué lo hacen… No sé, cosas así
JUAN: ¿Los llamáis?
TERESA (marcando el teléfono): Sí, ya voy.
TELÉFONO (es Ana): Sí, dígame
TERESA: Hola, Ana. ¿Qué tal va lo de encontrar a tú hija?
ANA: ¿Por qué lo preguntas?
TERESA: Oye, ven al parque de al lado del centro comercial, y te explico todo.
ANA: Vale, pero estás muy rara…
TELÉFONO: Pi, pi, piiiiii
TODOS: Ah, pues es verdad, ¿por qué hace eso?
JESÚS: Teresa, ¿tú no recuerdas a estos amigos qué le secuestraron al niño hace un año?
TERESA: ¡Ah! Sí, Ana y Mario.
MARÍA: ¿Y ellos nos podrían ayudar a encontrar a nuestras hijas?
JESÚS: Lo que se dice encontrar, encontrar nos costará bastante pero nos podrán dar pistas, dónde viven, porqué lo hacen… No sé, cosas así
JUAN: ¿Los llamáis?
TERESA (marcando el teléfono): Sí, ya voy.
TELÉFONO (es Ana): Sí, dígame
TERESA: Hola, Ana. ¿Qué tal va lo de encontrar a tú hija?
ANA: ¿Por qué lo preguntas?
TERESA: Oye, ven al parque de al lado del centro comercial, y te explico todo.
ANA: Vale, pero estás muy rara…
TELÉFONO: Pi, pi, piiiiii
Todos se dirigen al parque, allí encuentran a Mario y a Ana:
MARIO: Buenas
TERESA: Muy buenas no son…
ANA: ¿Y eso?
MARÍA: Hola, soy María. Resulta qué han raptado a nuestra hija, Isabel.
JESÚS: Y a nuestra Carlotita
ANA: ¡¡¡Joder!!!
MARIO: Bueno, mantener la calma. Vamos a un sitio un poco menos abierto y allí hablamos y nos contamos todo, y recogemos pistas. Qué mi mujer y yo llevamos un año buscando a nuestra hija, y quieras que no algo sabemos
JUAN: ¡Genial! No sabes lo que me ayudas
ANA: Nada mujer
TERESA: Muy buenas no son…
ANA: ¿Y eso?
MARÍA: Hola, soy María. Resulta qué han raptado a nuestra hija, Isabel.
JESÚS: Y a nuestra Carlotita
ANA: ¡¡¡Joder!!!
MARIO: Bueno, mantener la calma. Vamos a un sitio un poco menos abierto y allí hablamos y nos contamos todo, y recogemos pistas. Qué mi mujer y yo llevamos un año buscando a nuestra hija, y quieras que no algo sabemos
JUAN: ¡Genial! No sabes lo que me ayudas
ANA: Nada mujer
Se van a casa de Juan y María. Allí hablan de lo sucedido:
MARÍA: Pues eso, resulta que secuestraron a nuestra hija, Isabel
ANA: Eso ya me lo has dicho antes, lo que yo quiero que me digas es todo lo ocurrido.
MARÍA: Te lo explica mi marido, qué él estuvo muy presente en todo…
JUAN: Pues era el día anterior a nuestro aniversario de bodas, nos fuimos a comprar al súper, entonces allí encontramos a David, un hombre que se ofreció voluntario a cuidar a nuestra hija. Pero dijo que empezaba a trabajar ese mismo día. Por cierto, llevaba pantalones amarillos.
ANA: ¿Y qué?
JUAN: Nada, nada luego ya cobrará sentido…
JUAN: Pues eso, llevaba unos pantalones amarillos. Terminamos de comprar, y nos fuimos a comprar los regalos. Éste ya se fue a cuidar a Isabel. Pero justo antes de eso, le expliqué el horario de Isabel, y a la niña lo único que le llamó la atención fueron sus pantalones amarillos chillones, que ella dedujo que eran de un payaso.
ANA: Ah, vale. Ahora ya lo entiendo. Pero no te vas a creer esto: Cuando secuestraron a mi hija, pasó todo igual que a vosotros. Pero con otra festividad.
TERESA: Con nuestra hija, sólo coincide con el color de los pantalones.
JUAN: Vale, ya tenemos la táctica de David para secuestrar niños: Se pone unos pantalones amarillos, pero ¿para qué? Y también hace de canguro para así, poder secuestrarlos mejor. Aunque en este caso le ha salido el tiro por la culata…
ANA: Eso ya me lo has dicho antes, lo que yo quiero que me digas es todo lo ocurrido.
MARÍA: Te lo explica mi marido, qué él estuvo muy presente en todo…
JUAN: Pues era el día anterior a nuestro aniversario de bodas, nos fuimos a comprar al súper, entonces allí encontramos a David, un hombre que se ofreció voluntario a cuidar a nuestra hija. Pero dijo que empezaba a trabajar ese mismo día. Por cierto, llevaba pantalones amarillos.
ANA: ¿Y qué?
JUAN: Nada, nada luego ya cobrará sentido…
JUAN: Pues eso, llevaba unos pantalones amarillos. Terminamos de comprar, y nos fuimos a comprar los regalos. Éste ya se fue a cuidar a Isabel. Pero justo antes de eso, le expliqué el horario de Isabel, y a la niña lo único que le llamó la atención fueron sus pantalones amarillos chillones, que ella dedujo que eran de un payaso.
ANA: Ah, vale. Ahora ya lo entiendo. Pero no te vas a creer esto: Cuando secuestraron a mi hija, pasó todo igual que a vosotros. Pero con otra festividad.
TERESA: Con nuestra hija, sólo coincide con el color de los pantalones.
JUAN: Vale, ya tenemos la táctica de David para secuestrar niños: Se pone unos pantalones amarillos, pero ¿para qué? Y también hace de canguro para así, poder secuestrarlos mejor. Aunque en este caso le ha salido el tiro por la culata…
En una habitación de la sala blanca, está David, pero tiene un pequeño flashback:
Flashback de David: David está en el entierro de su mujer. Al parecer murió de depresión. Está desolado.
DAVID: Ni igualdad ni nada…
Flashback de David: David está en el entierro de su mujer. Al parecer murió de depresión. Está desolado.
DAVID: Ni igualdad ni nada…
Carlota e Isabel conocen a un nuevo chico en la sala blanca, se llama Luis:
CARLOTA: ¿Quieres ser mi novio?
LUIS: Déjame, mis padres no me vienen a buscar
CARLOTA: Ni los míos, pero no hay qué fijarse sólo en nosotros, mira todos esos niños
LUIS: Déjame, mis padres no me vienen a buscar
CARLOTA: Ni los míos, pero no hay qué fijarse sólo en nosotros, mira todos esos niños
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