La Playa · Temporada 2 · Capítulo 6


José, Verónica y Luna iban en un coche por una autovía hacia la playa.

LUNA: (Jugando a la videoconsola) ¿Queda mucho para llegar?
JOSÉ: No lo sé… yo con tanta carretera me lío.
VERÓNICA: Sí ya te lo dije… déjame conducir a mí, déjame a mi… nada, nada, nada. Ahora nos perderemos sin llegar.
LUNA: (Ve un cartel) ¡Mira mamá! ¡Mira papá! ¡¡UN ZOO!!
VERNÓNICA: (Mira la hora, son las dos en punto) Cariño no es mala idea ir, almorzamos, pasamos el día y de paso, preguntamos cómo se llega a la playa.
JOSÉ: A ver… cariño… ¿tú sabes lo que cuesta la entrada a un zoo un 22 de Diciembre? Y además, a las dos ya casi cierran.
LUNA: No papi, ponía que cierran a las siete.
JOSÉ: (Por lo bajo) Maldita niña…
LUNA: Pero entonces… ¿iremos o no al zoo?
JOSÉ: Esta bien… iremos… Pero con una condición nos gastaremos solo, solo, solo, solo 100 euros, entradas incluidas.
VERÓNICA: ¿Estás loco? ¿Cómo vamos a pagar solo eso?
JOSÉ: Diremos que la niña tiene… 4 años.
LUNA: Papi, si a tengo los dientes de mayor, no se lo creerán.
JOSÉ: ¡¿Pero queréis ir o no?!
LUNA: Entonces eran… ¿4 años?
JOSÉ: Sí, 4. Mira, el desvío hacia el zoo. 

José gira el volante rápidamente y toma el desvío hacia un zoo perdido en la nada.

Al cabo de unos minutos llegan a las taquillas, apenas hay 10 personas delante suyo, y es, que en Diciembre a penas va la gente al zoo…

NATALIA: ¿Tres entradas, no?
JOSÉ: No… no… Me ha parecido leer que los menores de 5 años no pagan. Y nuestra hija tiene 4 años entonces… sí hacen caso al reglamentario no pagaría la niña.
NATALIA: ¿Esta muy crecida para tener cuatro años, no?
VERÓNICA: Sí, le encanta la leche con calcio.
LUNA: (Improvisa) … ¡Para que los huesos crezcan!
NATALIA: Vale, vale… Pues 25 euros cada adulto.
JOSÉ: (Saca el dinero de la cartera) Aquí tiene.

José, Verónica y Luna entraron al zoo finalmente, esta última sin pagar.

LUNA: ¡¡Yo quiero ver las jirafas!! ¡¡Y los gorilas!! ¡¡Y…!! ¡¡Y…!! ¡¡¡LOS MURCIÉLAGOS!!! ¡Hay una cueva de murciélagos, mirar!
JOSÉ: Cariño, está cerrada.
LUNA: Jooo, pues… ¡LOS TIGRES! ¡LOS TIGRES!
VERÓNICA: Mira, en el folleto del zoo sale un ‘‘planning’’ para que veamos lo más posible. Ahora deberíamos ir a comer, porque (lee) cierran el restaurante a las tres y media.

La familia se dirigió hacia el restaurante, había una cola larguísima, de tres cuartos de hora como mínimo. Ángela venía triste a ver a su madre Natalia, que se encontraba en el restaurante.

ÁNGELA: Mami, me aburro mucho jugando sola. He visto que ha venido una familia con una chica. ¿Puedo ir con ella?
NATALIA: Cariño, estoy muy atareada ayudando a Marta en el restaurante. Y ya sabes lo que dice Celia: ‘‘Con los clientes solo lo que pidan’’
ÁNGELA: ¿Pero se lo puedo preguntar? Sí dicen que sí la norma esa se cumpliría. 
NATALIA: (Un hombre le espera, algo nervioso) Está bien… (Va hacia al hombre) ¡¡Espere señor!!
ÁNGELA: Gracias, mami. (Sale corriendo hacia la familia)

ÁNGELA: (A Luna) Hola, me llamo Ángela. ¿Y tú?
LUNA: Yo me llamo Luna, y estoy muy aburrida… Vamos a comer pero hay una cola muuuuuy larga.
ÁNGELA: ¡Anda, igual que yo! Yo también estaba aburrida. ¿Te vienes a un sitio secreto?
LUNA: Espera, que se lo pregunto a mis padres. Papá ¿puedo ir a jugar con Ángela?
JOSÉ: (Mira que apenas ha avanzado la fila) Vale, cariño. Pero te quiero aquí a las dos y media.
LUNA: ¡Hasta luego! (Le da un beso en la mejilla a su padre y otro a su madre)

ÁNGELA: Mira, aquí vengo cuando estoy aburrida, a jugar con los murciélagos.
LUNA: ¿Pero no estaba cerrada?
ÁNGELA: No, lo que pasa es que estaban reformado un poco la entrada. Pero ya la habrán terminado.
LUNA: ¿Y los murciélagos?
ÁNGELA: Estarán durmiendo, son al revés que nosotros. Duermen por el día y viven por la noche.
LUNA: Pues vaya aburrimiento…
ÁNGELA: ¿Vamos a explorar?
LUNA: ¡Sí! 

Hoy era un día especial en la urbanización de la playa, todos comían en la arena, en pleno mes de diciembre, porque esperaban a los nuevos vecinos.

TATIANA: Joder, empezamos a comer ¿o qué? No voy a esperar hasta las cinco para comer con una niña tocacojo… (Rectifica) pesada y dos padres que son de la generación imbécil…
GONZALO: Mujer, habrá que darles una oportunidad… Las primeras impresiones no lo dicen todo.
INÉS: ¡Claro que lo dicen! A mí me veis y se ve que soy una tía con carácter.
ELENA: Y se ve, cariño, y se ve.
INÉS: Era retórico…
ELENA: Lo sé.
INÉS: Oye, iros a freir espárragos.
TATIANA: ¡¿Perdón, guapa?! ¡Te vas tú a freír espárragos!
INÉS: Joder, entonces ¿Qué comemos?
TATIANA: Inés… que lo has hecho a propósito.
INÉS: Para nada, pero está mal formulada la frase: Vete a freír espárragos, Tatiana.
TATIANA: ¡Lesbiana de mierda!
INÉS: ¡Octogenaria!
TATIANA: (La engancha de los pelos) ¡¿Cómo me has llamado?!
INÉS: (Le estira también de los pelos) ¡¡Centenaria!! ¡¡Centenaria!!
TATIANA: ¡¿Y tú qué?! ¡¡MENOPÁUSICA!! (Le arranca una gran cantidad de pelos)
ELENA: Haya paz, haya paz, fieras.
ALMUDENA: Bueno, Gonzalo y yo nos vamos. (Le guiña el ojo)
GONZALO: ¿Por qué?
ALMUDENA: Porque nos tenemos que ir. (Le vuelve a guiñar el ojo)
GONZALO: ¡Pero por qué!
ALMUDENA: Ostia… ¡¡Qué quiero follar, coño!! Es que ya ni señales… ¡No captáis nada!
GONZALO: Voy a comprar condón.
ALMUDENA: Hala… a pelo, a ver si hay suerte…
INÉS: Si no os importa decidir si folláis a pelo o a funda de plástico en vuestra casa. ¡¡Guarros!!

En el restaurante del zoo, tras una larga espera de más de media hora, entraban a comer José y Verónica. Estaban un poco asustados porque su hija debía estar ahí hace más de diez minutos pero no habían abandonado la fila del restaurante, porque si no tendrían que volver a hacer la cola. Natalia se dirigió hacia ellos asustada.

NATALIA: Hola, soy la madre de Ángela. ¿La habéis visto por aquí con vuestra hija?
VERÓNICA: De eso mismo hablábamos ahora, le habíamos dicho que a las dos y media aquí, ya son menos veinte y no ha venido. ¿Le habrá pasado algo?



En los pasadizos de los murciélagos estaban Ángela y Luna, al parecer habían descubierto una serie de pasadizos que antes no había visto la niña porque estaban tapados por reformas. Las dos pequeñas se dirigieron por dichos pasadizos.

ÁNGELA: ¡Hala! ¡Nunca había visto estos pasadizos! Deberían de estar en obras o algo.
LUNA: ¿Pero tú vives aquí en el zoo?
ÁNGELA: Sí.
LUNA: ¡Qué guay! Me gustaría vivir como tú aquí, pero yo me voy a vivir a una urbanización al lado de la playa…
ÁNGELA: Tampoco te creas que es tan guay vivir aquí… Creo que debajo del zoo habían muertos…
LUNA: (Sorprendida) ¡¿Muertos?!
ÁNGELA: Sí, muertos. Esto antes era un cementerio, creo.
LUNA: Me da miedo…
ÁNGELA: Pues lo que te voy a decir no te lo vas a creer…
LUNA: ¿Qué te pasó?
ÁNGELA: Hace unos días una señora muy fea, muy fea me secuestró. Cómo en las pelis de miedo…
LUNA: Ángela… me está empezando a dar miedo todo esto…

Una ráfaga de viento cerró la puerta de golpe. Las dos niñas se aterrorizaron.

LUNA: Esto no me gusta…
ÁNGELA: (Abraza a Luna) Tranquila, tranquila.

Una bombilla empezó a flojear y se fue fundiendo hasta que se quedaron a oscuras.

ÁNGELA: (Aterrorizada) Sa… sa… ¿Sabes que es lo mejor en estos casos?
LUNA: No.
ÁNGELA: Cierra los ojos y espera a que todo pase.

Luna y Ángela cerraron los ojos abrazadas con mucha fuerza. Pero, una gran oleada de murciélagos les recorrió por su alrededor… 

Natalia, Verónica y José entraban a la cueva de murciélagos.

VERÓNICA: ¿Por qué nos traes aquí?
NATALIA: A Ángela le encanta venir aquí, a jugar con los murciélagos. Pero venga, vamos.

Los tres van corriendo por la cueva.

VERÓNICA: ¡Luna!
NATALIA: ¡Ángela! ¿Dónde estáis?
JOSÉ: Eh, mirar, un trozo de camiseta. Se habrán enganchado con esto.
NATALIA: ¡Dime que no…!
VERÓNICA Y JOSÉ: ¿?
NATALIA: ¡¡Dime que no han ido a la nueva cámara de la cueva!!
JOSÉ Y VERÓNICA: ¿Por qué?
NATALIA: (Traga saliva) No la desinfectamos, y han podido pillar cualquier infección… O les han podido atacar los murciélagos… ¡¡SEGUIDME!!

Los tres fueron hacia la cámara indicada y vieron los dos cuerpos de las niñas en el suelo…



2ª PARTE DEL CROSS OVER


__________________________________________________________________________________

No hay comentarios:

Publicar un comentario