La Playa · Temporada 3 · Capítulo 13

Verónica y Luna estaban en una comisaría de Pamplona. La Guardia Civil sacaba a José con una manta y con muchas vendas…

GUARDIA CIVIL: ¿Son ustedes familiares de José?

VERÓNICA: ¡¡¡Sí!!! ¡¡Joséééééé!! ¡Cariño!

LUNA: (Corre hacia José) ¡¡Papiiiii!!

JOSÉ: (Abraza a luna) ¡Hola Luna!

VERÓNICA: (Va corriendo hacia José) ¡José! (Le da un beso) ¡¿Dónde has estado?!

JOSÉ: Es una larga historia…

VERÓNICA: Ay cariño cuantas ganas de estar contigo. ¿Nos podemos ir ya señor guardia?

GUARDIA CIVIL: Por supuesto.

En la caseta del camping pirenaico estaban Gonzalo y Almudena, decenas de hormigas se habían colado en su caseta…

ALMUDENA: (Abre los ojos y ve las hormigas) ¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!! ¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!! ¡¡¡Hormigas!!! ¡¡¡Hormigas!!! ¡¡Son miles y miles!!

GONZALO: Pero que… ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!

ALMUDENA: ¡¿Quieres parar de gritar y matarlas de una vez?! ¡Venga! ¡Venga! ¡¡QUÉ ESTÁN SUBIENDO A LA CAMAAAAAAAAA!!

GONZALO: A mí se me están subiendo por las piernas y tienen rumbo fijo…

ALMUDENA: ¡Ah, pues no ehh! ¡¡Eso solo lo como yo!!

Almudena cogió el teléfono y llamó al director del camping… la línea estaba cortada.

ALMUDENA: Ay dios… que se ha cortado la línea…

Alfonso y Tatiana iban rumbo al comedor para desayunar…

TATIANA: Jajajaja, hoy comerán hormigas los vecinitos… Jajajaja. ¡Qué mala soy!

ALFONSO: Pero yo no he tenido nada que ver ¿eh?

TATIANA: No, no, tranquilo. (Entra al comedor)

RAFAELA: Ya están otra vez…

TATIANA: (Le susurra a Alfonso) Voy a joder un rato… (Habla a la cocinera) Mmm… ¿No tendrán huevos fritos con salchichas?

RAFAELA: (Sarcástica) Sí, también tenemos rodaja de merluza al perejil, solomillo con foie… ¡¿Pero qué se cree que es esto la comida o qué?! Aquí tienen su taza de café con galletas…

TATIANA: (Le dice a Alfonso) Uy, será sosa… no acepta ninguna broma.

ALFONSO: Si con la mierda que pagan, ¿qué quieres que hagan?

TATIANA: (Coge la taza de café) Mmmm, que buen aroma a mierda de caballo… (Tira la taza al suelo) Uy, que torpe.

RAFAELA: Joder con la abuela, quiere guerra. ¡PUES LA VA A TENER!

En una cafetería de Pamplona...

ELENA: Pues nosotras aprovecharemos el día e iremos a adoptar a la niña.

INÑÉS: (Sarcástica) Uy sí, como hay taaantos orfanatos en Pamplona…

ELENA: ¡Pues claro que hay!

VERÓNICA: Pues mira cariño, las viejas y los majos no sé donde están, han puesto una bomba en la playa, la vieja trajo una serpiente, ha habido un rodaje, ¡vamos que te has perdido todo!

JOSÉ: Madre mía… esto va de mal en peor. ¿Pero cómo pueden estar tan locos todos?

VERÓNICA: De verdad, con lo arreglados y lo educados que somos…

LUNA: Si, ¡pues yo voy a tener una amiguita porque las lesbis van a adoptar!

VERÓNICA: Ah, Inés trabajara conmigo en la peluquería de la playa.

JOSÉ: ¿Pero qué peluquería?

VERÓNICA: La que estamos construyendo…

JOSÉ: Mmmm, ¿con qué dinero?

VERÓNICA: Uy, pues no sé… Me parece que era tuyo, como no ibas a aparecer…

JOSÉ: Oh, muy bonito.

VERÓNICA: Es que a ver de los secuestros sale poca gente entonces me dije ``bah, este ya hasta dentro de un par de años nada´´ entonces lo cogí y me lo llevé.

JOSÉ: Bueno da igual.

Suena el móvil de Verónica.

VERÓNICA: Uy, mira Gonzalo y Almudena. (Coge el móvil) ¿Sí…?

ELENA: ¿Pero qué es eso un ladrillo o qué? Jajajaja.

VERÓNICA: … En un camping de los Pirineos… ¿y qué hacéis allí? (…) Sí. (…) Sí. (…) Hormigas, muuuchas hormigas. (…) Sí. (…) Sí. (…) Pues no… nosotros teníamos pensado volver a la playa. (…) Mala gente… (…) Sí. (…) Sí. (…) Sí. (…) Ah, vale. Pues allí iremos. (…) Sí. (…) No. (…) No. (…) Uy, si me ha colgado. (Cuelga el móvil)

JOSÉ: ¿Y bien?

VERÓNICA: Pues que están en un camping de los Pirineos o algo así… Dicen que es peligroso estar en la playa así que prefieren estar allí. Ah, y que vayamos rápido que su caseta está llena de hormigas.

ELENA: Joder, ahora a los Pirineos. Damos más vueltas que la Noria…

3 horas después…

Verónica, José, Luna, Elena e Inés habían llegado ya al camping de los pirineos.

VERÓNICA: (Bajó del coche) Buff, vaya viaje. Entre que nos hemos perdido en no sé dónde y que hemos parado en un pueblo.

LUNA: Para mí que era una aldea…

VERÓNICA: Por cierto, ¿para qué veníamos aquí?

ELENA: Vaya memoria tenemos ¿eh?

VERÓNICA: Sí, es que entre los clientes de la peluquería (Se queda sin habla durante unos segundos) ¡¡La peluquería!! ¡¡La peluquería!! Ay, que me la he dejado abierta…

ELENA: La cerré yo… Pero a ver si nos centramos que estas en los Cerros de Úbeda.

VERÓNICA: No, que va, si estamos en los pirineos. ¡Qué inculta que es la gente!

Sonó el móvil de Verónica…

VERÓNICA: ¿Otra vez? Que pesados… (Coge el móvil) ¿Sí? (…) ¿Tú otra vez? (…) Pues no, ahora resulta que estamos en los Cerros de Úbeda o algo así. (…) No, no, que no te estoy vacilando. (…) ¿Qué cuánto queda hasta los Pirineos? Espera que lo pregunto. (Tapa el móvil) Dicen que cuanto queda para los Pirineo… (Ve un cartel donde pone ``Bienvenidos a los Pirineos Aragoneses´´) Uy… (Coge otra vez el móvil) Ya estamos en los Pirineos… (…) ¿En qué camping decís que estáis? (Le cuelgan)

INÉS: ¿Y bien?

VERÓNICA: Nada, que no me toman en serio…

ELENA: ¡¿Pero cómo te van a tomar en serio diciendo que estamos en los Cerros de Úbeda?! ¡Coño que es una frase hecha!

VERÓNICA: Y ``Estoy en los Pirineos´´ también es una frase hecha, ¿no ves que la hago yo?

ELENA: Nada, que no hay manera de hablar con esta mujer… (Ve una fila de hormigas) Anda, ¿de dónde vendrán estas hormigas?

Alfonso y Tatiana iban en un taxi por un precioso paisaje montañoso.

TATIANA: (Susurra a Alfonso) Ya verás tu luego… Nos va a salir la escapada romántica más cara que pa’qué.

ALFONSO: (Susurra a Tatiana) Mujer… un poco de magia en la pareja. ¿No ves que es bueno que nos dé el aire?

TATIANA: No si el aire ya nos da, hace un frío que pela... Nos hubiera salido mejor ponernos una pared de esas verdes de la tele y luego que le añadan los defectos especiales esos… y vamos, por diez euros tenemos la escapada romántica.

TAXISTA: Serán setenta euros por favor.

TATIANA y ALFONSO: ¡¿Qué?!

TAXISTA: A mi es lo que me marca el taxímetro…

TATIANA: Pues compruébelo, porque eso no chuta.

ALFONSO: Uno, dos, tres ¡Vámonos!

Alfonso y Tatiana bajaron del taxi y se fueron corriendo sin ningún rumbo, el taxista arrancó el motor y les persiguió, pero Alfonso y Tatiana ya estaban escondidos…

Gonzalo y Almudena pensaban que ya tenían todo perdido; las hormigas se habían instalado en la habitación por todos lados: por su ropa, por su comida, por la pared… Entonces, en ese momento la puerta cayó abajo.

ALMUDENA: ¡¡¡Ahhhh!!! ¡Más hormigas nooo!

ELENA: Ay hija mía tranquila, que venimos a sacaros.

ALMUDENA: Ay Dios mío… ¡Por fin! ¡Por fin! Casi nos morimos con semejantes tropas de hormigas.

INÉS: Joder, ni que fueran tigres. Si las hormigas son inofensivas…

GONZALO: (Cae al suelo desmayado)

VERÓNICA: (Competitiva) Ay qué poca resistencia tiene tu marido… El mío ha aguantado muchíííísimo secuestrado.

ALMUDENA: Pero si no ha estado ni una semana…

JOSÉ: Me gustaría verte a ti secuestrada.

INÉS: (Ausente a la pelea) Cariño, ¿nos reservamos un bungalow lejos de aquí?

ELENA: Sí cariño. ¿No te da morbillo empezar una nueva vida en la montaña?

INÉS: Tampoco te pases… si estaremos aquí poco. Si con cuatro hormigas han montado la que han montado cuando venga el oso ese que anuncian por la tele… ¡se cagarán!

ELENA: O… O… ¿oso? ¿Qué oso?

INÉS: No, mujer que es broma.

ELENA: Ah, que susto me habías dado… ¡Voy a conocer al director del camping! A ver si nos rebaja un poco el precio…

INÉS: Vale cariño…

Cuando Elena se alejó, Inés sacó de su bolsillo una hoja de un periódico en la cual ponía ``Oso de más de 2 metros acecha por los Pirineos, por favor asegúrense de que cierran bien las ventanas´´… y lo tiró a la basura.

Alfonso y Tatiana estaban en las montañas, escondidos en una cueva.

ALFONSO: Pues hoy echamos la noche aquí…

TATIANA: Ay, qué miedo dormir aquí. Como nos aparezca una libélula o un saltamontes de esos yo me cago en todo…

Los dos escucharon un sonido alarmante… parecía de un oso…

TATIANA: ¿Qué ha sido eso?