Almudena, Gonzalo, Elena,
Inés, Verónica, José y Luna iban en un autobús rumbo a una estación de esquí…
VERÓNICA: ¡Almudena se ha cagao en el bote de Cola Cao!
ALMUDENA: Vaya viajecito nos
está dando…
GONZALO: Que inmadurez… Me hubiera
gustado verla de pequeña…
VERÓNICA: Almudena, tienes
que contestar…
ALMUDENA: (Con desgana)
¿Quién yo?
VERÓNICA: ¡Sí tú!
ALMUDENA: ¡Yo no fui!
VERÓNICA: ¿Entonces quién?
ELENA: ¡Tú puta madre! ¡Os
queréis callar de una vez! ¡Que tengo la cabeza como un bombo!
INÉS: A ver, esto con 9 años
vale, pero con 40 que tienes ya…
VERÓNICA: Me gusta
rejuvenecer… ¡Venga! ¿A quién le toca ahora?
TODOS: ¡Calla!
Alfonso y Tatiana estaban en
las montañas, escondidos en una cueva.
ALFONSO: Pues hoy echamos la
noche aquí…
TATIANA: Ay, qué miedo dormir
aquí. Como nos aparezca una libélula o un saltamontes de esos yo me cago en
todo…
Los dos escucharon un sonido
alarmante… parecía de un oso…
TATIANA: ¿Qué ha sido eso?
ALFONSO: (Aterrorizado) Un…
Un… Un oso…
TATIANA: ¡¡Ahhhhhhhhh!! ¡¡Un
osooooo!! ¡Con lo buena que estoy me lo va a comer tó’!
ALFONSO: Uy, y a mí también,
que soy muy guapo… Mmm… ¡¡Pero, espera!! ¡QUÉ ES UN OSO! ¡AHHH!
En una estación de esquí…
VERÓNICA: Au, me aprietan las
botas. ¡Darme una talla más!
JOSÉ: Cariño, calla ya que
nos está mirando todo el mundo…
VERÓNICA: ¡¡Otras botas por
favor!! ¡¡Qué me duele el pie!!
SEÑOR: ¡Cállese ya loca!
VERÓNICA: ¡Loca tu madre,
guapa! ¿José, me ayudas a ponérmelas?
JOSÉ: Venga, ¡empuja!
¡empuja!
VERÓNICA: ¡¡Ahhh, que se me
queda atascado!!
JOSÉ: ¡¡Empuja!! ¡Empuja!
LUNA: (Sarcástica) Y salió el
bebé…
VERÓNICA: Ya verás tu esta
noche las agujetas…
ELENA: ¿Y tu porque no me
habías dicho que te gustaba el esquí?
INÉS: Pues porque hace más de
20 años que no practico…
ELENA: Pero si la semana
pasada lo hicimos…
INÉS: ¡Qué no práctico el
esquí!
ELENA: Ah. ¿Me ayudas a
ponerme las botas? ¡Qué no entran! ¡¡AHHHHHH!! ¡Me cago en el chino que parió a
las botas!
INÉS: Venga cariño, ¡empuja!
¡empuja!
ELENA: ¿Asoma ya el pie?
INÉS: No, aún no. ¡Sigue
empujando!
SEÑORA: ¡Oye, a parir se van
a su casa, guarros! 
INÉS: Qué le estoy poniendo
las botas…
SEÑORA: Sí, sí…
15 mintuos después…
ELENA: Uy que empinado esta
esto… Yo por aquí no me tiro.
INÉS: Pero si es una verde…
ELENA: ¡Aún así! Tú imagínate
que me caigo, me viene a buscar un hombre médico, y con lo torpes que son, la
ambulancia tiene un accidente. ¡No, no y no! 
INÉS: Dame la mano.
Elena le dio la mano a Inés y
fueron bajando poco a poco por la pista.
ELENA: ¡Ahh! ¡Qué me embalo!
¡Qué me embaloooooooooo!
INÉS: Cariño, déjate llevar
por la nieve…
Alfonso y Tatiana estaban
corriendo por las montañas, huyendo del oso…
ALFONSO: Pero… una cosa,
Tatiana. ¿Estás segura de que nos persigue un oso? Es que aquí estamos huyendo
pero no sabemos si nos persigue un oso… ¿No crees?
TATIANA: ¡Da igual! ¡Tú
corre!
ALFONSO: Pues… como siga
corriendo el corazón igual se me para, hacía que no corría tanto desde que
robamos en Atrapa un millón…
Se oye otra vez un sonido del
oso, esta vez viene de más cerca…
TATIANA: ¡¡¡¡¡
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!
ALFONSO: (Cae desmayado al
suelo)
TATIANA: No… No… ¡No me dejes
ahora con el marrón coño! Ahora te tendré que llevar en los hombros… Espera…
Tatiana se dirige hacia el
pequeño lago que hay, coge un poco de agua y se la echa a Alfonso.
ALFONSO: ¡¡¡Ahhhh!!! ¡Se ha
meado! ¡Se ha meado el oso en mi cara!
TATIANA: Tranquilo, que solo
era agua… Es que te has desmayado y para llevarte a hombros… Como que no. 
ALFONSO: ¿Y si vamos a la
carretera a hacer autostop?
TATIANA: A ver si me van a
confundir con una prostituta, que yo aparento cincuenta años eh…
ALFONSO: Treinta años, no te
jode.
TATIANA: ¿Perdón?
ALFONSO: Nada, nada, que
estas muy joven para tu edad…
Verónica, José y Luna estaban
en la cola del alquiler de profesores…
VERÓNICA: Voy a colarme…
(Pasa por la multitud de gente)
SEÑORA: ¿Tú otra vez? ¡Vuelve
a la cola, como todo el mundo!
VERÓNICA: Señora, que voy a
mear…
SEÑORA: ¿Oh, y encima me
contestas? ¡Seguridad! ¡Seguridad!
VERÓNICA: Viejas…
Verónica entró al baño y
volvió a la fila, esta vez en el segundo lugar de la fila.
MUJER: Oye, que aquí iba yo.
VERÓNICA: No, aquí voy yo, es
que me había ido al baño, llevo ya unas horas…
MUJER: Sí, sí… 
VERÓNICA: Que voy aquí, coño.
¡No me quites el sitio!
MUJER: ¡No me lo quites tú!
VERÓNICA: (Ve que es su
turno) Eh… Eh…
TAQUILLERO: Rápido, que mire
la cola que hay…
VERÓNICA: Dos para adultos y
una para niña.
TAQUILLERO: ¿Cuántas horas?
VERÓNICA: Hasta que el cuerpo
aguante.
TAQUILLERO: ¡¿Cuántas?!
VERÓNICA: Cuatro, cuatro
horas. (Por lo bajo) Qué mala ostia, coño…
Alfonso y Tatiana iban en un
coche…
CONDUCTOR: Y… ¿dónde quieren
que les deje?
TATIANA: Pues… ¿Dónde vas tú?
CONDUCTOR: Yo, pues yo a la
estación de esquí…
TATIANA: ¿Y eso qué es?
CONDUCTOR: Un sitio donde hay
nieve para esquiar.
TATIANA: ¿Eso no está en el
Himalaya?
ALFONSO: No le haga caso…
Usted déjenos donde vayas tú, allí ya cogeremos el tren o el avión o lo que
sea. 
CONDUCTOR: Ay… menos mal que
el Señor me dio paciencia…
Después del viaje, Alfonso y
Tatiana bajaron del coche en una estación de esquí de los Pirineos…
TATIANA: ¡Uy, que frío hace
aquí!
ALFONSO: Tatiana… estamos en
la montaña, no va a hacer calor.
TATIANA: Ay, es verdad… Esto
de vivir en la playa… Jajajaja.
CONDUCTOR: Bueno, pues son
diez euros.
TATIANA y ALFONSO: ¡¿Qué?!
CONDUCTOR: Que es broma
hombre… Pasen un buen día.
El conductor que les llevó
hasta la estación se fue y Alfonso y Tatiana caminaron hacia la nieve…
TATIANA: ¡Ay nieve! ¡Hacía
que no veía nieve desde que tenía diez años!
ALFONSO: Uy, pues entonces sí
que hace tiempo… Jajajaja.
TATIANA: ¡Imbécil! Ay… que
ilusión, ¡voy a tocarla! (Coge un puñado de nieve) ¡Uy, que fresquita! ¡Vamos a
tirarnos con el trineo!
ALFONSO: Si tu lo dices…
Alfonso y Tatiana fueron
hacia el alquiler de trineos…
DEPENDIENTA: ¿Qué querrán?
TATIANA: Un trineo.
DEPENDIENTA: ¿Para quién?
TATIANA: Para la Virgen del
Pilar, no te jode... ¡Pues para nosotros!
DEPENDIENTA: Mmm… Discúlpenme pero, para montar en el trineo tienen que pesar menos de 30 kilos…
DEPENDIENTA: Mmm… Discúlpenme pero, para montar en el trineo tienen que pesar menos de 30 kilos…
TATIANA: ¡Me estás llamando
gorda!
DEPENDIENTA: No pero…
TATIANA: ¡Es que le voy a
denunciar por insultarme! 
ALFONSO: Vaya numerito que
estás dando Tatiana…
TATIANA: ¡No es que ya vale!
Vengo aquí tan feliz para tirarme por la nieve que desde los diez años que no
la piso, me hace tanta ilusión, me trae tan buenos recuerdos con mis padres…
Pero no, viene la dependienta esta y me dice que no… (Comienza a llorar)
DEPENDIENTA: Aquí tiene… (le
da el trineo)
TATIANA: ¿Cuánto es?
DEPENDIENTA: Nada, nada.
Usted váyase…
TATIANA: Gracias, no sé como
agradecérselo (Sale de la tienda) ¿Has visto que fácil?
En el comedor de la estación
de esquí se encontraban comiendo y conversando Elena, Inés, José y Verónica.
VERÓNICA: Pues no sabes tú
las movidas en las filas… Aún así nos hemos ahorrado más de una hora de cola
con mi mente privilegiada…
JOSÉ: Uy, sí, sí.
INÉS: ¿Y dónde tenéis a Luna?
VERÓNICA: Esta aprendiendo
con el profesor que le hemos pagado… Se lo está pasando en grande.
ELENA: ¿Se sabe algo de la
parejita feliz…?
VERÓNICA: ¿Almudena y
Gonzalo?
ELENA: Sí… Almudena y
Gonzalo… Qué asco les tengo.
VERÓNICA: Pues esquiando por
las pistas…
ELENA: ¿Les dejamos aquí
solos? 
INÉS: Ay cariño, no seas así…
VERÓNICA: ¡¡Síííííííí!! ¡Les
dejamos aquí y que se busquen la vida!
Alfonso y Tatiana entraron
por la puerta del restaurante…
TATIANA: ¡Ay que
calorcitoooo! ¡Qué bien que se está aquí!
ALFONSO: (Avergonzado) Pero
no grites, que nos está mirando todo el mundo.
TATIANA: ¡Adorarmeeeeeeeeeee!
¡Adorarmeeeeeeeeeeeee!
CAMARERO: Podrían hacer el
favor de callarse, estamos en un lugar público…
ALFONSO: Sí perdónenla, está
emocionada, hacía más de 60 años que no veía la nieve…
ELENA: ¡¿Pero cómo nos habrán
encontrado estos?! 
VERÓNICA: Hala, éramos pocos
y parió la abuela…
TATIANA: ¡Hola! ¡Venimos a
comer con vosotros! (Tira la botella de vino)
JOSÉ: ¡Te mato! ¡Te mato! ¡Me
cago en la tercera edad! ¡Qué costaba 100 euros!
TATIANA: Ay, no será para
tanto… ¡He visto la nieve! ¡La nieve!
José, Verónica y Elena se
abalanzaron hacia Tatiana…
ALFONSO: ¡¡Ahhhhhhh, mi
Tatiana!
ELENA: Y ahora vamos a por
ti…
José, Verónica y Elena se
dirigieron ahora hacia Alfonso…
 

 
No hay comentarios:
Publicar un comentario